Ekaterina Kagan and Gabriela Schiappacasse have committed to offer us an attentive and in-depth look at how the expression of marginalized, separated or rejected social groups is carried out through literary and filmic figures such as the weeping woman, the witch or the zombie. These beings seem to need to reveal a truth to the Latin American peoples, and the authors have undertaken the diligent and meticulous task of discovering it.

Daniel Yupanqui

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Esta obra ofrece un análisis que invita a la reflexión sobre las complejidades y luchas sociales y económicas que atravesó el primer gobierno de Alan García. Lo interesante es cómo expone la dicotomía entre esperanza y decepción —símbolos del ánimo que permeaba esa época— en contraposición con la resistencia y la redención, tal como se observa en la comparación que establece entre la vida de Rosa Cuchillo y la figura de Antígona.

En ese sentido, la riqueza de la simbología andina se presenta como una fuente de empoderamiento y reivindicación para los grupos sociales marginados, quienes, en medio de la adversidad, encuentran en ella una vía para seguir adelante. En el caos se siembran, así, semillas de rebelión y resistencia en la búsqueda de una verdad negada por un contexto político caracterizado por la violencia y la injusticia.

Pocas veces se logra tejer con tanta solidez la conexión entre la mundanidad de la crisis política y el terreno del mito, reivindicando a su vez la importancia de este último como sostén y guía para aquellos sectores cuyas voces suelen ser silenciadas. De manera paralela, el texto resalta la relevancia de la memoria colectiva como herramienta de unificación y resistencia frente a un sistema que les es ajeno y opresivo.

Dentro de esta dinámica, resulta fundamental destacar la figura femenina. Tanto Antígona como Rosa Cuchillo encarnan el dolor intrínseco a la maternidad, y a través de sus vínculos afectivos canalizan nuevas formas de resistencia, reafirmando la centralidad de la mujer como agente de cambio y preservación de la dignidad humana.

Otro aspecto fundamental es la resignificación del mito: la simbología andina no se presenta como un vestigio estático del pasado, sino como una memoria viva y poderosa que permite a los pueblos redefinirse y reafirmar su identidad más allá de los límites impuestos por una coyuntura política ajena y hostil.

La violencia, tal como se analiza aquí, no es un fenómeno aislado o espontáneo, sino el resultado de una estructura de opresión institucionalizada desde hace siglos, profundamente arraigada en los engranajes de la sociedad.

En conclusión, se trata de un texto de notable profundidad, que aborda la problemática social de forma transversal y, precisamente por ello, arroja luz sobre la relación entre la coyuntura política y la fuerza transformadora del mito y la literatura.

In this work, the authors explore the nuances of power dynamics among marginalized groups within a world that blends the real with the fantastic. In doing so, they highlight how empowerment can be achieved through fantasy itself—a truly provocative idea.

Rodrigo Arias Landazuri

Miskatonian author (www.miskatonian.com)